Nuestro objetivo era realizar un tramo de la vía romana de la Carisa partiendo desde Santa Cristina de Lena y finalizando en el pueblo allerano de Caborana, cerca del pozo carbonero de Santiago. La vía romana tiene un total de 42 kilómetros y une las poblaciones de Pendilla de Arbás y Ujo. Su construcción fue ordenada por Publio Carisio, de ahí su nombre. Carisio fue elegido por Octavio Augusto para comandar el frente astur-cántabro y fundar Emérita Augusta.
Comenzamos nuestro camino en ascenso, nos encontramos con la joya del prerrománico asturiano. Bella por fuera y dicen que más bella aún en su interior debido a, entre otras cosas, su maravilloso iconostasio formado por tres arcos de medio punto sobre columnas y capiteles tipo corintio. Santa Cristina tiene antecedentes visigodos como el ábside único, su planta y el iconostasio con canceles, su construcción es anterior a Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, una auténtica maravilla...
Foto por aquí, foto por allá y continuamos el camino en un ascenso continuado pasando por un pequeño bosque hasta llegar al Mayau Espines a 1.200m donde comimos al lado del dolmen del Padrún, de carácter funerario. Allí tuvimos tiempo de echar una siesta, relajarnos, comer, tomar café con pingaratas, hacer fotos, jugar como críos pues ¿Acaso no lo somos?
Estamos teniendo una suerte increíble con el tiempo, Nuberu está de
nuestro lado y vela por nosotros pese a nuestros habituales cánticos
siempre desafinados. Vemos el Retriñón, el Aramo, Peña Mea y al fondo
Picos de Europa con su manto blanco… Lo echamos de menos. Cuántas
aventuras hemos vivido y nos quedan por vivir allí, cuántos rincones por
descubrir, cuántas puestas de sol para nuestro deleite y cuántas
cumbres por coronar.
Picos nos llama insistentemente desde la lejanía pero esta vez no podemos contestar a su llamada, estamos en el Mayau Espines felizmente sentados al sol y toca ponerse en marcha ya que los días en Noviembre son especialmente cortos. Una vez alcanzado el dolmen continuaremos en suave descenso para tomar la vía Carisa en dirección Ujo pero que nosotros tomaremos esta vez para desviarnos en dirección Caborana por pista.
Vamos despacio porque arrastramos unos 20 kilómetros en las botas y ciertamente pesan, además el terreno es resbaladizo y húmedo. Cruzamos el puente y llegamos al autobús, toca adecentarnos un poco para tomar la cervecina en Pola mientras pensamos que, como siempre, ha sido un día espectacular (“Espectacular, sensacional…“ Por algo decía lo de los cánticos) y no por el buen tiempo y las vistas (Que también) sino por la compañía y el ambiente, sé que siempre insisto en este aspecto pero es una maravilla aunar amistad, confianza, cariño y afición y es un lujo que tengamos la mala costumbre de reunirnos cada 15 días.
Recordando una de las canciones más conocidas y comerciales de Pau Donés y sus ganas de vivir nos despedimos hasta la siguiente ruta, que tengo la total certeza de que será un sábado más de risas y felicidad con esta gran familia.
Bonita la gente cuando es de verdad
Bonita la gente que es diferente
Que tiembla, que siente, que vive el presente
Bonita la gente que estuvo y no está
Bonito, todo me parece bonito.
¡¡Gracias Celes!!
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