Según Xulio Concepción, un terreno crespo es "abrupto, áspero, encrespado": malo y complicado de transitar. Y eso es justo lo que nos encontramos en esta preciosa (y colgada) ruta por la Sierra del Crespón, en Sobrescobio, parque natural de Redes.
Saliendo de Villamoréi, y dejando a un lado el embalse de Rioseco, misterioso en el día de hoy y entre brumas (parece que va a salir el monstruo del Lago Ness en cualquier momento), trepamos por la ladera de la sierra atravesando una preciosa carbayeda de tonos muy otoñales.
Sube que te sube llegamos a una canalización de agua por la que, subida encima y ya llana, transita esta ruta por la ladera Este de la montaña, con algunas zonas un poco más aéreas pero sin dificultad alguna.
Paramos a comer en la majada Llampaces que, con la ligera nieve caída, parece sacada de un cuento. Allí mismo, en una peñona, colocamos nuestro precioso y biodegradable belén de cumbres. Nos declaramos devotos marxistas-belenistas.
Nuberu y los demás dioses de la climatología, que habían sido benignos con nosotros hasta ahora, cambian nuestros hados y, cuando empezamos a descender hacia el Alba y Soto de Agues, nos conceden un final pasado por barro y mucha mucha agua.
No nos preocupamos: parada en el bar para secar el cuerpo y humedecer el alma (y la garganta). Nos vemos en la última ruta de 2022.
