El autobús nos deja en el pueblo de Tarna, después de habernos liberado para desayunar, como es habitual cuando nos toca ruta por la zona, en Rioseco. Nos produce curiosidad la tradicional forma de cercar las fincas en la zona, tablas de madera perfectamente colocadas. Después de resistir estoicamente las curvas de la AS-17 llegamos a Tarna, situado a 990m de altitud, nos fijamos en la bandera de la República ya decolorada de tantos años a la intemperie. Bandera que tiene especial relevancia en Tarna pues este peculiar pueblo casín fue escenario de combates y destruido totalmente en 1.937 durante la Guerra Civil.
Demasiadas señalizaciones para nuestro guía |
También nos fijamos en la cantidad de leña que invade las calles del pueblo, nos da una ligera idea de lo crudos que llegan a ser los inviernos en esta zona. Zona alta, umbría, pero de una belleza impresionante. Siempre nos maravilla Redes… Empezamos a caminar por la senda, encontrándonos con un argayo que tras un intento fallido tenemos que evitar enlazando con la carretera tras cruzar una ladera campo a través. Ya hemos hecho el calentamiento… Continuamos por la carretera hasta que podemos volver a incorporarnos al camino.
La idea primigenia era llegar a Vega Pociello desde el pueblo de Tarna, dejando a nuestra izquierda el camino que lleva al monte Saperu y al Tabayón de Mongallu. Pero las marcas amarillas y blancas nos estaban llamando cual sirena. Marcas del PR AS-60 que lleva al tabayón de Mongallu. Pronto nos adentramos en el bosque Saperu, que se está ubicado en la falda de la sierra de Mongallo, donde el haya es protagonista.
Siendo tabayón el término que designa cascada en asturiano y Mongallu, monte de gallo, refiriéndose al urogallo muy presente en el concejo de Caso, también es el nombre del arroyo cuya cascada nos maravilla. Vemos a su derecha el Cueto Negru. Las aguas se precipitan de más de 60 metros. No podemos acercarnos mucho a la cascada pues el hielo nos dificulta el camino, de hecho alguno de nuestros habituales prueba por sí mismo la peligrosidad del suelo helado cercano a la base del tabayón, en un intento por sacrificarse por el bien la manada.
En cualquier momento podría aparecer una xana aquí |
Mientras observamos la cascada nos preguntamos qué sería de los 6 compañeros y amigos que paradójicamente habíamos perdido mientras iban en la dirección correcta… Tocaba bajar mientras veíamos el majestuoso Tiatordos que aún tenía algo de nieve en la cumbre. Bajamos para buscar un lugar al sol donde poder comer y relajarnos. Elegimos una vega llamada la Campona. Precisamente comer y relajarnos se nos da fenomenal ¡Qué vida tan dura! Foto grupo, una siestita y seguimos, esta vez iremos hacia la derecha para dirigirnos nuevamente a Tarna pero evitando el argayu a la vera del Nalón del principio.
Separaos, pero arrejuntaos gracias al photoshop. Menudo despiste del guía |
Cruzamos un puente de madera precioso, por el bello lugar en el que está, por la madera, la estructura y disposición de la misma, los saltos de agua del arroyo, la hoja caída que adorna dicho enclave, la estampa gélida que nos proporciona el hielo aún presente en las zonas sombrías, por absolutamente todos los detalles de este lugar MARAVILLOSO.
Esta vez regresamos por otra zona boscosa; el rebollar de los Llanos del Toro, donde pudimos observar, aunque sin hojas, numerosos robles centenarios. Volvimos con cuidado por la presencia de hielo y musgo. En alguno de los regatos que cruzaban el camino pudimos observar que se formaban carámbanos de hielo. Después de un último tramo sombrío llegamos nuevamente a Tarna para tomar unas cervecinas mientras nos poníamos en contacto con los demás.
Con el día espléndido de sol que tuvimos el grupo VIP en Vega Pociello seguro que estuvo de lujo, habiendo caminado sobre 15 km y habiendo disfrutado nuevamente de la maravillosa Vega Pociello, a la que ya habíamos ido en 2020 y en 2016 aunque nunca con un día tan bueno. Una bonita majada a los pies de la sierra de Pries en el concejo de Caso.
Atardece en el embalse de Rioseco, sobre las aguas del Nalón |
La ruta transcurre cercana al margen del río Nalón, el más largo de nuestra Asturias querida. Caminaremos cerca de su nacimiento en la fuente de la Nalona y por ello recordamos la canción de Nuberu que dice:
Dende que sales del Tarna,
nun puedes quitar les penes,
con tantu esfuerzu baldíu,
nun sabes si vas si vienes.
Corres azotau y llocu,
llibre sin frenu ni amarra,
de tanto llavar carbón,
empuercáronte la cara.
Nalón, Nalón carboneru,
Nalón mira como baxes;
mientres ayer dabes vida,
agora de negru mates.
La próxima nos vamos a la sierra del Cuera, qué ganas locas de volver a disfrutar del monte y de la buena compañía. ¡Pronto rapacinos!
Pulsa aquí para ver la galería completa de fotos