lunes, 18 de diciembre de 2017

La Forcada (16 diciembre 2017)

Parece que por fin está viniendo un otoño-invierno de verdad, de los de antes, con lluvias, nieve y frío. Con los puertos de montaña cerrados al tráfico pesado, cambiamos el Lago Ausente por una ascensión a La Forcada o Forcá (1108 m), como ya hicimos hace 3 años.

Desde el embalse de Valdemurio hasta Proaza, pasando por la Forcá

Este precioso pico, bien visible desde Proaza con su inconfundible silueta, como de unas cumbres siamesas, es una perfecta alternativa para hoy por tres razones:
  1. El autobús llega sin problemas hasta allí
  2. La gente tiene ganas de pisar nieve
  3. Está cerca de Oviedo, para volver pronto y prepararse para la cena de Navidad del Grupo
El puerto de San Isidro y el Lago Ausente tendrán que esperar...
Somos seres sociales, no cabe duda. Nos apasionan las montañas: sí, y aunque sepamos disfrutarlas en soledad, esto sólo es completo al compartirlo.
Este Grupo es grande porque es un nosotros. Como un sistema holístico, en el que el todo es mucho más que la suma de sus partes.
Con nuestras pequeñas diferencias pero iguales en lo esencial: buena gente. Gracias por otro año más en la cumbre.
La Forcada o Forcá (1108 m)

Siempre es un placer desplazarse por el valle del Trubia y contemplar los concejos de Santo Adriano, Proaza y Quirós, donde nos recibe el embalse, punto de partida de la excursión. Nos calzamos las polainas y empezamos a subir en dirección a Aciera, aproximándonos a Perueño y su refugio del Llano, a los pies de la escuela de escalada, con sus sectores de la Selva, el Escalón, el Llano, etc.

Embalse de Valdemurio a los pies del Gorrión (1241 m)

Al iniciar el sendero: ¡qué gozo!
Ríos de aguas heladas bajaban
arroyando el camino empedrado.
Impolutas las botas nos dejaban...

Sierra de Caranga, con las vías de escalada del Llano, y a sus pies Perueño

Conforme vamos ganando altura, las vistas se van tornando más y más blancas, más invernales, y aunque frío y a ratos desagradable, el día está casi perfecto para ir de montaña. Ponemos velocidad de crucero y llegamos al Collado de Aciera, desde donde se puede seguir dirección a Proaza, o atacar diversas cumbres de la sierra de Caranga. Estamos motivados y con ganas, así que vamos a por la Forcá.

Iviernu n'Asturies

En la collada de Aciera

Ahora tenemos que coger aire y empezar la parte más dura, arremetiendo contra una canal que nos lleva casi a la cumbre, y trazando una ruta un poco anárquica, según vamos viendo el paso más sencillo y menos embarrado (o quizás el más complicado, así somos). A buen ritmo llegamos a lo más alto para tocar allí una fina capa de nieve en polvo, blanquísima, que ya teníamos muchas ganas de pisar hace tiempo. Hace tres años una densa niebla nos robó las vistas espectaculares desde aquí, aunque hoy nos resarcimos:

Final de la canal y última ascensión hasta la cumbre, al fondo Cueto Redondo

Cumbre de la Forcá y Grupo de Montaña de la Universidad de Oviedo

El Amado Líder en la cumbre

Las vistas de la cordillera y el valle del Trubia son espectaculares

El frío viento nos susurra que quizás sea mejor bajar, y como es temprano, vamos directos hacia Proaza sin comer, pasando nuevamente por la collá de Aciera y atravesando Villamejín, que nos regala a la vista preciosas estampas asturianas.



Pasamos muy cerquita de la brutalista central hidroeléctrica, obra de Joaquín Vaquero Palacios, y terminamos en el polideportivo de Proaza, donde nos cambiamos y comemos el bocadillo, y sin más dilación rumbo a Oviedo: nos espera la cena de Navidad del Grupo en el café/restaurante Victoria, donde -como siempre- nos sentimos como en casa.

¡Gracias a todos por hacerlo posible! Nos vemos en 2018. 

Salimos borrosos porque la noche nos confunde

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martes, 5 de diciembre de 2017

Miradores del Navia (2 diciembre 2017)

Por segunda ocasión (la otra fue en marzo de 2015) nos quedamos con las ganas de subir al Susarón, por el temporal de nieve que por fortuna se prestó a visitarnos estos días.

Con los puertos de montaña imposibles para un autobús, cambiamos la excursión por la Ruta de los Miradores del Navia (PR-AS 299).

Esta ruta fue inaugurada el 7 de mayo de este año para el día regional del senderismo. El Excmo. Ayto. de Boal, la Fempa y la Sociedad de Amigos de Boal nos describen con belleza y precisión la ruta de hoy:
Tríptico con la información completa de la Ruta de los Miradores del Navia
La ruta del Día Regional de Senderismo 2017 recorre el sendero PR-AS 229 "Ruta Viesgo de los Miradores del Navia". Se inicia en la presa de Doiras, espléndida obra de ingeniería dedicada al aprovechamiento hidroeléctrico levantada entre 1929 y 1934, y recrecida 3,6 m en 1958. Aguas abajo se observan las dos centrales, la primitiva de Doiras (30MW) y la de Silvón (60 MW), magnifico exponente de la arquitectura moderna, obra de Ignacio Alvarez Castelao, con vidrieras policromas y otros detalles decorativos de Antonio Suárez.

Embalse de Doiras

En la margen izquierda tomamos el camino ascendente hacia las viviendas de los empleados de la empresa promotora, Electra de Viesgo, hasta llegar a Doiras. En la carretera AS-12 giramos a la derecha en dirección a Peiróis, y a 200 m de nuevo a la derecha tomamos un camino de hormigón que nos conduce al Palacio de Verdín, interesante ejemplo de casona rural del siglo XVIII. A partir de aquí la carretera asfaltada se empina hasta alcanzar una amplia collada al pie del Monte Parada (279 m), atravesada por un cortafuegos. Giramos hacia la izquierda por el camino de tierra para llegar a las casas de Piñeira. Seguimos el camino asfaltado dejando a la derecha Casa Felipa hasta enlazar de nuevo con la AS-12, pero no llegamos a incorporarnos porque inmediatamente tomamos a la derecha una pista de tierra descendente para, dejando a un lado A Pruida y tras cuatro revueltas, llegar a un sendero que nos conduce a la orilla del río Roxíos.

Palacio de Verdín

Continuamos con una leve subida, en paralelo al río, y nos adentramos en un bosque joven de alisos, robles y avellanos, cuyos claros ofrecen ocasionalmente bellas perspectivas de los crestones que flanquean el cauce. Al poco se alcanza un balcón natural sobre el vallejo del Roxíos, desde el que se contempla Castriyón y el curso del Navia. Atravesado de nuevo el cortafuegos, el trazado recupera el bosque entre paredes de piedra seca coronados con lastras, caminos de carro, bancales, cortines y otros vestigios de la cultura agraria tradicional. La última revuelta nos regala una bella perspectiva del Puente de Castriyón, antes de descender al Área Recreativa.

Puente de Castriyón sobre el Navia

Qué bien se está al solín...

Cruzamos el puente de la carretera AS-35 Villayón-Boal, continuamos 350 m y en la curva tomamos a la derecha una pista forestal ascendente a media ladera, pasando por las Voltas de Coucelín, mirador natural que nos ofrece espectaculares e inéditas vistas del Embalse. A menos de un kilómetro tomamos el camino que viene de Castriyón para llegar a El Rebollal, un prototipo de explotación agraria tradicional completa, dotada de vivienda, hórreo, cabazo y demás edificaciones auxiliares, de gran interés etnográfico.

El Rebollal

La senda desciende para cruzar el Arroyo de Fontescavadas y recupera altura hasta llegar a Silvón, que alberga dos elementos de interés botánico, un tejo y un alcornoque, y la capilla de San Xoan y su bóveda decorada con pinturas de inspiración popular. En este punto la ruta gira a la derecha e inicia el descenso por caminos de servicio de fincas, frente al Pico del Cuco y la Coya do Demo, hacia el  embalse de Doiras, desembocando en la carretera BO-3. 400 metros más adelante llegamos a la Presa de Doiras, nuestro punto de partida. 

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