martes, 16 de enero de 2018

Tapia - Figueras (13 enero 2018)

Evocamos en las rutas costeras la nostalgia que nos brinda el mar, sus gentes y sus historias, para contemplar esa doble faceta asturiana (mar y montaña, rural y urbano), en esta excursión con la que completamos, tras el paso de varias temporadas, la costa occidental, hasta llegar a los límites de Asturias en la desembocadura del Eo.
Horizonte, cielo y playa,
cauce ronco, voz, cantar:
¡por dondequiera que vaya,
llévame al mar!

 (Alfonso Camín)


Después del excesivo periodo navideño, con un año nuevo a cuestas, nos reencontramos una vez más para iniciar otro año de rutas y experiencias. El día de hoy amanece con cielo amenazante, así que tenemos algunas bajas de última hora, que prefieren el calor de la cama al fresco de las borrascas que entran por el noroeste.

Por la A8, de viaducto en túnel y así sucesivamente, nos plantamos en Tapia de Casariego para empezar a caminar. Tenemos la idea de llegar hasta Castropol si nos da tiempo, llegando al menos hasta Figueras, donde el puente de los Santos abraza nuestra Asturies y Galicia.


Aunque podríamos seguir la senda del Camino de Santiago del Norte, ésta suele tornar hacia el interior, y nosotros queremos apurar al máximo la costa para hacer más divertida la jornada, saltando entre fincas, pinares, monte y playas.

Faro de Tapia de Casariego

Partimos de la playa de Anguileiro en Tapia, con un cielo plomizo pero que de momento no descarga agua. Desde los acantilados observamos la rompiente de las olas en las rocas y las pequeñas calas donde se atrincheran los cormoranes (y los pescadores) a ver qué pueden llevarse a la boca.


A nuestro ritmo habitual -pausado-, seguimos hasta la Playa de Serantes, donde el riachuelo habitual, henchido de orgullo, ha crecido en casi Nilo debido a las lluvias invernales. Menudo dilema: cruzarlo o dar un buen rodeo manteniendo los pies secos. Algún idiota cruza, descruza y hace el rodeo.

Nos vemos al otro lado

El Grupo se divide en dos y se reencuentra más adelante, para seguir "costeando" hasta divisar la playa de Penarronda, ya en el concejo vecino de Castropol. Comeremos aquí, en su área recreativa.

Playa de Penarronda

Según la web turismoasturias.es:

Esta playa de arena fina, ubicada entre los concejos de Castropol y Tapia de Casariego, ocupa una superficie de 228.000 m2 divididos por el arroyo de Peñarronda.

En su mitad occidental, los vientos de componente noroeste han creado un campo dunar que da cobijo a una variada flora.

Los valores naturales que han llevado a declararla Monumento Natural pueden condensarse en dos datos: marca el extremo occidental de la reducida área de nidificación del ostrero euroasiático y constituye la única localidad de alhelí de mar (Malcomia Littorea) de las costas asturianas.

Terminamos los últimos dulces de Navidad y después de comer, nos entra el frío y el sueño, y a falta de una buena siesta, nos ponemos en marcha para entrar en calor. Un generoso sol nos regala su presencia durante la llegada al área recreativa de Arnao, antiguamente un campo de concentración.

El camino costero nos aproxima entonces hasta la punta de la Cruz, extremo asturiano de la ría del Eo, uno de los estuarios más espectaculares y mejor conservados del Cantábrico. En este punto un chaparrón inclemente y la hora nos aconsejan no seguir hasta Castropol, y terminar la bonita ruta de hoy en la ermita de la Atalaya, antes de Figueras y tras cruzar por debajo el puente de los Santos. Casi casi llegamos a tocar Galicia.

Grupo de Montaña UNIOVI en la punta de la Cruz

Ría del Eo.

Castropol

Puente de los Santos. Al fondo, Ribadeo

Nos espera el bus: nos quitamos la arena de los pies y cogemos rumbo hacia Cudillero para tomar la cerveza en el Lupa. Qué gran comienzo de 2018 para el Grupo...

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