Así, entre la bruma, el Grupo termina otra temporada más.
Nos vemos en octubre! Feliz verano...
En el Lago del Valle, Somiedo, 8 de junio de 2024 |
Así, entre la bruma, el Grupo termina otra temporada más.
Nos vemos en octubre! Feliz verano...
En el Lago del Valle, Somiedo, 8 de junio de 2024 |
Dice Xulio C. que Tapinón viene de tapino: trozos de hierba arrancados con raíz y todo, normalmente en suelos muy pendientes. Y así es esta montaña, visible desde Oviedo, que se alza sobre Tuíza en los altos puertos donde pasta el ganado y donde hay que tener cuidado para no despeñarse debido a lo pindio de sus pastos, resbaladizos si están mojados.
El Tapinón (2110 m) |
Guarda la zona de Ubiña todas las esencias de la montaña asturiana: la caliza, el bosque, las brañas y los puertos. Y, después de una primavera bastante horrible (hablando del tiempo), si se presenta un día bastante bueno y soleado, como es el caso, la belleza del lugar nos embriaga con sus colores y olores.
Saliendo de Tuíza de Arriba, el camino se pone en cuesta y ya no dejará apenas respiros hasta la cumbre. Debido a esto, y con la excusa de la vista, es bueno pararse y recrearse con las bellas estampas que tenemos a nuestras espaldas de la zona de la vega del Meicín y las cumbres que lo rodean, incluyendo a la Peña Ubiña, reina y señora absoluta de todas ellas y que da nombre por extensión al macizo.
Normalmente se sube al Tapinón por las Colgás (una serie de canales relativamente sencillas pero que hay que tratar con prudencia -ver más arriba la etimología de Tapinón-) y se baja rodeando la peña Foxón, es bien sabido que es más fácil subir que bajar por este tipo de terrenos, pero nosotros, que somos especialitos, lo vamos hacer al revés.
Rodeando esa peña y usando el mismo camino que nos llevaría a los Puertos de Agüeria, llegamos a la Vega el Forcau, que está a los pies de la pala final del Tapinón. Esta última subida es una mezcla de Peña Rueda y Peña Castil: una pendiente sin tregua en la que no hay senderos claros y donde hay que lidiar con las rocas y la subida lo mejor que cada uno pueda.
Con mucha paciencia (y tiempo) llegamos finalmente a la cumbre, donde se nos olvidan todos los males y pesares con las vistas magníficas que hay en todas direcciones, teniendo en primer plano el Siegalavá y detrás la crestería completa de Ubiña a los Fontanes, y al otro lado la Almagrera-Mesa-Tesa. Y detrás todos los cordales de la cordillera, uno tras otro, hasta que la bruma los va difuminando y nos deja a la imaginación un sin fin de sucesiones de montañas en el horizonte...
Siegalavá y detrás crestería completa de Ubiña hasta Fontanes |
Subida final, al fondo Almagrera-Mesa-Tesa |
Vamos gente, que hay fame, y esas nubes que se están formando no me gustan nada... |
El hambre aprieta y nos obligamos a bajar antes de llenar el estómago. Deshacemos la subida, imposible repetir el mismo camino, y nos sentamos en la Vega para disfrutar del bocata y de las conversaciones, justo cuando las nubes de la tarde se empiezan a enroscar en las cumbres. Así que, antes de que nos pueda pillar la tormenta, nos "descolgamos" por las Colgás y enfilamos la vuelta a Tuíza para acabar esta magnífica jornada tomando unas botellas en el bar.
Si se está atento, el camino por las Colgás es evidente y, salvo este paso, sencillo si no está mojado. Con tal de llegar al bar, si tenemos que rapelar, pues rapelamos |
Un día magnífico en un sitio ideal y con la gente adecuada: esto es lo que nos gusta. Ahora a descansar y a esperar a la última excursión de la temporada, en Somiedo, pero esto ya será otra historia...